Inversiones verdes: Sólo moda o tendencia de futuro

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Los inversores deben tener cuidado con los «green papers» y los fondos: son los típicos instrumentos de mercado inmaduros.

Hay momentos en el mercado en los que se puede ganar dinero muy rápidamente, aunque fundamentalmente no haya cambiado nada en la economía. Un ejemplo claro: Marzo – abril del año pasado, cuando gracias al coronavirus la situación dio a los inversores la oportunidad de obtener excelentes rendimientos, en un horizonte corto, de 6 a 9 meses.

Sin embargo, hoy en día, todo lo relacionado con el tema de las energías renovables y la inversión ESG parece paradójicamente lo contrario. Sí, sin duda es una historia importante e interesante a largo plazo, pero es bastante difícil ganar dinero con este fenómeno ahora, en junio de 2021, en un horizonte temporal de 2-3 trimestres.

Por qué invertir en tecnología verde

¿Por qué la energía verde no es sólo una moda, sino una tendencia a largo plazo? Porque debido a una serie de factores fundamentales, el tema del cambio climático y el tratamiento responsable del planeta ha pasado de ser interesante sólo para una minoría vociferante a convertirse en la corriente principal. Como diría un clasista, esta idea ha calado en las masas y se ha convertido en una fuerza material. Además, se ha convertido en un elemento de competencia mundial. Los países que sean capaces de encontrar las herramientas y los medios adecuados para abordar este tema tendrán una seria ventaja durante décadas en la competencia económica internacional.

En la Cumbre Internacional del Clima de finales de abril, las principales economías hicieron generosas promesas. Veamos qué debemos esperar. Estados Unidos ha prometido llegar a cero emisiones netas de CO₂ para 2050 y reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 50-52% para 2030. Europa promete alcanzar cero emisiones netas para 2050 y reducir las emisiones en un 55% respecto a los niveles de 1990 para 2030, endureciendo su promesa anterior en un 15%. Japón: cero para 2050. Los tres principales actores económicos ya se han comprometido.

¿Y China? El mayor emisor de contaminantes promete no llegar a cero en 2030 (para lo que faltan menos de nueve años). (para lo que faltan menos de nueve años) para llegar a su punto máximo y empezar a reducirse, con la perspectiva de llegar a ser cero neto en 2060. Dado el rápido crecimiento de la economía china, se trata de una promesa seria; sin embargo, es posible que China esté preparando ahora un programa aún más ambicioso, que desvelará en noviembre en la Conferencia Internacional sobre el Clima de Glasgow.

Además, no sólo en China y Europa, sino también en Estados Unidos, tanto las restricciones regulatorias como los incentivos fiscales para la economía verde están aumentando radicalmente tras varios años de sabotaje trumpiano. Las primeras son la compresión de los límites de emisiones, y un ejemplo de las segundas es el mismo programa de estímulo de Biden, de 1,9 billones de dólares y ocho años de duración, del que una gran «parte» es para las energías renovables.

¿Las inversiones verdes son nuevas en el mercado?

El tema de las inversiones verdes no es nuevo en el mercado, y ya se ha producido un aumento del valor de los instrumentos correspondientes, a menudo incluso con un exceso. Por eso hay que tener mucho cuidado: ¿no se está recalentando el mercado?

Un ejemplo es el gran ETF iShares Global Clean Energy (ICLN), que ha tenido un rendimiento de tres años del 36,24%. Suena bien, pero si miramos el rendimiento de los últimos tres meses (obtenemos un -7,29%). En comparación, el S&P 500 ETF Trust (SPY) ha obtenido una rentabilidad a tres años del 17,03% y en los últimos tres meses del 13,15%.

Eso significa que si hubiera invertido en ICLN a principios de año, habría perdido alrededor del 13%, y al invertir en el S&P 500 habría obtenido un rendimiento del 11%.

Sí, en un horizonte de un año la imagen es la contraria (76,79% en ICLN frente a 33,56% en SPY), pero eso sólo confirma la enorme volatilidad.

SPY vs ICLN / Fuente
SPY vs ICLN / Fuente

Una conclusión muy sencilla de extraer es que los papeles y fondos verdes son instrumentos típicos de un mercado inmaduro que carece de información, inversores y experiencia.

Pueden crear un valor interesante que conlleva grandes riesgos, aptos sólo para inversores muy experimentados que puedan sobrevivir a estas fluctuaciones. El nivel de ruido y excitación en el mercado es inadecuado, pero si se leen correctamente las señales del mercado, se puede ganar dinero. Sin embargo, repito, para ello debe ser un inversor profesional que sepa entender el mercado, calcular sus inversiones y no sucumbir al estrés.